martes, 16 de febrero de 2010

Al cumplir diez (Billy Collins)

AL CUMPLIR DIEZ
(POR BILLY COLLINS)

Sólo de pensarlo me pongo enfermo,
y es peor que el peor dolor de estómago
o que las jaquecas
que se me levantan por leer con poca luz:
una suerte de sarampión del espíritu,
de paperas de la psique,
de desfiguradora varicela del alma.

Me dices que es demasiado pronto para mirar al pasado,
pero eso es porque te has olvidado
de la perfecta sencillez que supone ser uno
y de la hermosa complejidad introducida por dos.
Puedo tumbarme en la cama y recordar todos los números.
A los cuatro era un mago de Arabia.
Podía volverme invisible
si me bebía un vaso de leche de una determinada manera.
A los siete era un soldado; a los nueve, un príncipe.

Ahora, sin embargo, paso el tiempo junto a la ventana,
contemplando la luz del atardecer.
Entonces nunca daba tan solemnemente
en los costados de la casita del árbol,
y mi bicicleta nunca se apoyaba en el garaje
como lo hace hoy,
desposeída de su velocidad azul.

Aquí nace la tristeza, me digo,
mientras recorro en bambas el universo.
Es hora de decir adiós a mis amigos imaginarios,
de cumplir mi primer gran número.

Parece que fue ayer cuando creía
que debajo de mi piel sólo había luz,
que, si me cortabas, fulgía.
Pero ahora, cuando me caigo en las aceras de la vida,
me pelo las rodillas. Y sangro.


Si yo, que obviamente estoy más cerca de cumplir los 40 que los 10, tuviera que elegir un poema que tratara el tema del fin de la infancia con todo lo que trae consigo (la pérdida de la seguridad, de la inocencia...), sin ninguna duda elegiría éste de Billy Collins. Es todo un monumento. Tengo, la verdad, mucha envidia de este poema de Billy Collins. Me hubiera gustado escribirlo yo.

El poema se recoge en el libro Navegando a solas por la habitación (DVD, Barcelona, 2007), traducido al español por el también poeta Eduardo Moga. El libro es absolutamente maravilloso. Un portento. De mayor quiero ser (ahora lo sé) Billy Collins. De pequeño hubiera querido ser como era Billy Collins a los diez años.

6 comentarios:

  1. Sí que es envidiable, sí. Es conmovedor, uno lo hace suyo. Los siguientes versos marcan el paso del tiempo de manera casi cruel:
    Es hora de decir adiós a mis amigos imaginarios,
    de cumplir mi primer gran número.

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  2. ¿Has visto sus videopoemas en YouTube?

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  3. Así es, Sergio.

    Aún no he visto esos videopoemas. Los buscaré. Gracias, O.

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  4. Gracias por estos descubrimientos.
    Tremendo.
    Un saludo.

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  5. De nada, Diego. Lo cierto es que el libro de Billy Collins no tiene altibajos. Recomendable 100%.

    Un saludo.

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