jueves, 24 de junio de 2010

El entierro del poeta (Luis Rogelio Nogueras)



EL ENTIERRO DEL POETA

A Víctor Casaús


Dijo de los enterradores cosas francamente impublicables.
Blasfemaba como un condenado
y a sus pies un par de águilas lloraban pensando en las derrotas.
En el entierro estaba Lautrèamont,
yo lo vi desde mi puesto en la cola:
dejaba el sombrero al borde de la tumba
y cantaba algo triste y oscuro
(lloraba honradamente, ya lo creo, y los caballos devoraban higos en silencio).

Hubo discursos,
sonrisitas de Rimbaud junto a la cruz,
paraguas abiertos a la lluvia como
a él le hubiera gustado.
Hubo más:
hubo viernes
y canciones funerarias,
palomas que volaban sin sentido, como niños,
versos oscuros,
la hermosa voz de Aragon,
suicidios deportivos de Georgette y nunca más y hasta siempre.
A la hora más triste del asunto
no quería bajar porque decía que allí estaba oscuro.
Pero estaba muerto y hubo que bajarlo.
Los sombreros abandonaron las cabezas,
se alzaron copas, adioses, letreros de nunca te olvidaremos.
(Un joven poeta a mi derecha le mesaba las rodillas
a la muerte).
Lo bajaron.
Se aplaudió de forma delirante;
la gente corría como loca asumiendo lo grave del momento.
Lo bajaban.
Las mujeres lloraban en silencio
porque bajaban las águilas, los sueños, países enteros a la tierra.
Se intentó una última sentencia:
Nerval se acercó con una tiza y escribió con letra temblorosa:
Su cadáver estaba lleno de mundo.
Desde el fondo, Vallejo sonreía sin descanso pensando en el futuro,
mientras una piedra inmensa le tapaba el corazón y los papeles.



[Luis Rogelio Nogueras (1944-1985) fue poeta, narrador, asesor literario y cineasta cubano. Conocido bajo los apelativos de Wichy y El Rojo. Licenciado en Letras por la Universidad de La Habana. Miembro fundador de la revista “El Caimán Barbudo”. En 1967 obtuvo el premio David, de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, en su primera convocatoria con su libro Cabeza de Zanahoria. En 1976 su novela El cuarto círculo, escrita en colaboración con Guillermo Rodríguez Rivera, obtuvo el primer premio en el Concurso Aniversario del Triunfo de la Revolución del Ministerio del Interior. En 1977 su novela de espionaje Y si muero mañana obtuvo el Premio UNEAC de novela Cirilo Villaverde. Además de su labor como poeta y narrador Nogueras se desempeñó como guionista y coguionista de varias películas cubanas, entre ellas El Brigadista, Guardafronteras y Leyenda.]

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